Sobreexcitabilidades y altas capacidades: comprendiendo la intensidad

Cuando hablamos de altas capacidades, normalmente pensamos en inteligencia o buenas notas, pero las altas capacidades son más que un alto coeficiente intelectual. Muchas personas con altas capacidades experimentan el mundo con mayor intensidad. Los psicólogos llaman a estas fuertes respuestas sobreexcitabilidades. No son enfermedades o problemas, sino formas naturales en las que las personas con altas capacidades sienten y reaccionan ante la vida de forma más profunda que los demás.

Las sobreexcitabilidades pueden aparecer de diferentes formas. Algunas personas con altas capacidades sienten una fuerte energía física, siempre moviéndose, hablando rápido o necesitando acción. Otras experimentan una rica imaginación, creando historias, imágenes y sueños que se sienten muy reales. La intensidad emocional también es común, donde los sentimientos de alegría, tristeza o empatía se sienten de una manera muy poderosa. La sobreexcitabilidad intelectual significa una profunda necesidad de cuestionar, analizar y comprender todo en detalle. Finalmente, algunas personas con altas capacidades tienen una gran sensibilidad hacia la belleza, la música, el arte o la naturaleza, a menudo conmovidas por la armonía o la injusticia de una manera muy personal.

Estas intensidades son parte de lo que hace únicas a las personas con altas capacidades. Ayudan a explicar por qué muchos niños y adultos con altas capacidades pueden parecer inquietos, muy emocionales, perfeccionistas o incluso incomprendidos. Para los padres y profesores, es importante ver que esta intensidad no es «excesiva» o «incorrecta». Es la forma en que los individuos con altas capacidades se conectan con el mundo, y puede ser una fuente de creatividad, empatía y resiliencia.

Al mismo tiempo, estas fuertes reacciones pueden crear desafíos. Un niño con sobreexcitabilidad emocional puede llorar fácilmente o sentirse abrumado por los conflictos en la escuela. Un adolescente con intensidad intelectual puede cuestionar la autoridad y sentirse aburrido en clase si las lecciones avanzan demasiado lento. Sin apoyo, estos jóvenes pueden ocultar sus talentos o sentirse aislados. Pero con la comprensión adecuada, su intensidad puede convertirse en fortaleza.

La investigación muestra que las altas capacidades no se tratan solo de pensar más rápido, sino también de la personalidad y el contexto. La motivación, la perseverancia, la curiosidad y la sensibilidad son tan importantes como la inteligencia. La cultura, la familia y los profesores desempeñan un papel en cómo se desarrollan las altas capacidades. Un niño con altas capacidades que se siente aceptado y desafiado crecerá con confianza, mientras que uno que se siente ignorado puede perder el interés o tener problemas de autoestima.

Las sobreexcitabilidades nos recuerdan que las altas capacidades son complejas. No se trata solo de los resultados de las pruebas, sino de cómo una persona siente, imagina, aprende y se relaciona con los demás. La intensidad puede ser difícil, pero también es lo que les da a las personas con altas capacidades su pasión, su creatividad y su capacidad para hacer contribuciones únicas a la sociedad. Comprender esto puede ayudar a las familias, los educadores y las comunidades a apoyar a las personas con altas capacidades para que desarrollen todo su potencial y, al mismo tiempo, proteger su bienestar.


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